viernes, 27 de enero de 2012

¿Qué buscas, pequeña, en esta madrugada de viernes?
Este inútil bucle de sonidos y humo te lleva al triste y acogedor lugar del que sabes que no eres capaz de salir después. Por qué te empeñas en caer. Por qué te empeñas en esperar que algún día las cosas cambiarán por ti. Por qué no conformarse.
No importa cuánto aire respires, porque la bocanada final está por llegar aún. Hoy no será tu día y aún faltan muchos para encontrarlo.
Ese pobre e inocente egoísmo te hace mal, esa joven ambición de lo imposible y ese temeroso y adorable deseo de aspirar a más te consumen como a una colilla olvidada. Tu pobre esencia va derramándose un poco cada día, vas perdiéndola y ganando fe en otras cosas más tristes. Fe en que nunca pasará, fe en que nunca llegará.
Dónde encuentras el motivo para dejarte llevar en este bucle de deseos sin cumplir y objetivos sin definir. Dónde encontrarás la paz y la seguridad.
Dónde estás.


Vitoria, PV.

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